"Los ojos del Emperador Fantasma Jack y Bai Zemin se abrieron lentamente mientras se miraban el uno al otro con asombro. Era como si el tiempo se hubiera detenido para ambos, aunque el área que los rodeaba solo empeoraba cada vez más, con fragmentos de la barrera espacial que protegía el pasillo gris derrumbándose uno tras otro.
Los caóticos destellos de relámpagos eran como crueles látigos azotando diferentes partes del camino, un camino que, como una pantalla de energía, desaparecía en patrones irregulares segundo tras segundo.
Sin embargo, en medio de las explosiones caóticas, Bai Zemin se dio cuenta de repente de que, aunque su cuerpo había sido atravesado de lado a lado desde su pecho hasta su espalda, en realidad no podía sentir ningún dolor en absoluto.