Bai Zemin levantó la cabeza y miró al cielo... O al menos lo intentó.
Después de que los 400,000+ enemigos explotaron y sus cuerpos se convirtieron en niebla sangrienta, la nube carmesí que rodeaba el entorno había regresado aún más fuerte que antes.
—Así que así es como es... —murmuró entre dientes mientras reinaba el silencio pétreo en la zona—. Finalmente entendí los fundamentos de realizar ataques a gran escala con mi habilidad de Manipulación de Sangre... Finalmente encontré una forma de usar sangre en estado gaseoso para usarla a mi favor.
Anteriormente y a pesar del nombre de la habilidad, Bai Zemin no tenía la capacidad de manipular niebla sangrienta para atacar a sus enemigos. Esto siempre había sido un gran dolor en el corazón de Bai Zemin, ya que, si pudiera usar ataques en estado gaseoso, acabar con la vida de un gran número de enemigos sería mucho más fácil.
Como ahora, por ejemplo.
