Aunque solo fuera el 5% de su poder total, la persona capaz de utilizar ese 5% sin duda recibiría una gran seguridad para su vida. Por lo tanto, todos miraron con un dejo de envidia a Kang Lan.
Ella dijo con seguridad —¡Por lo tanto, me niego a creer que murió sin importar qué!
Esta vez nadie dijo nada. Aunque no sabían si lo que decía Kang Lan era cierto o no, la verdad era que ella era la persona con el rango más alto entre los presentes; más aún si Bai Zemin la había confiado lo suficiente como para otorgarle una subclase tan valiosa.
Kang Lan tomó su radio y ordenó —¡A todos los líderes de equipo, pasen mi orden! ¡Todas las tropas retrocedan dos kilómetros y lancen las bengalas cada diez minutos!
Los diferentes líderes de cada equipo o escuadrón transmitieron la orden a los de abajo, y pronto todos retrocedieron dos kilómetros, creando cierta distancia entre ellos y el bosque.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!...