"Mientras caminaban por los corredores de la enorme villa, Yi Fang sentía que estaba viviendo en un sueño; un sueño del cual preferiría no despertar si fuera posible. Si todo lo que estaba viendo y todo lo que estaba sucediendo ante sus ojos en este momento no era más que una fantasía producida por su propia desesperación, entonces ella estaba dispuesta a perderse en este cálido mundo en lugar de volver a la fría y cruel realidad.
Corredores lujosos, hermosas y respetuosas doncellas, jarrones hechos de cerámica cuyos diseños egocéntricos atraían la mirada, pinturas brillando con vida...
Para Yi Fang, que provenía de una familia común antes de la llegada del Registro del Alma en la Tierra y cuya vida se convirtió en un infierno viviente después de que su marido falleció, dejándola sola con su joven hija y sin ningún poder para proteger a ambas, todo lo que estaba sucediendo aquí estaba más allá de lo que ella podría haber esperado jamás.