La razón por la que Bai Zemin estaba tan sorprendido era porque el arma ante sus ojos poseía un poder destructivo masivo. De hecho, el poder destructivo del AT4 de ninguna manera era inferior al de un tanque de batalla cuando se trataba de comparar cañones.
El AT4 era un lanzacohetes desarrollado en Suiza que se vendió en todo el mundo con gran éxito. Poseía no solo un sensor térmico sino también un bloqueo de objetivo controlado a distancia y generalmente se usaba para neutralizar vehículos blindados enemigos o fortificaciones.
Con este tipo de arma, Bai Zemin estaba seguro de hacer explotar una Existencia de Primer Orden en mil pedazos, ¡independientemente de su nivel!
—¡Munición! —Bai Zemin se acercó ansiosamente en busca de los misiles—. Él sabía que sin la munición adecuada, este AT4 solo era un montón de hierro inútil y no amenazaba a nadie.