"Mundo de Oblon.
Lanzas de Luz cubrían el cielo, formando un extraño patrón de sellado del cual era imposible escapar, sin importar qué tan alta fuera la Agilidad del oponente del lanzador. Cada Lanza de Luz tenía suficiente poder detrás de ella para aplanar ciudades enteras y convertir todo lo que estuviera en un radio de más de cien kilómetros en tierra muerta.
El cielo se iluminaba de blanco cada vez que una Lanza de Luz estallaba después de avanzar hasta el centro de la formación, y en un instante, era como si innumerables bombas de luz explotaran simultáneamente haciendo que todo el mundo pareciera tenirse de blanco. Estruendo...