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—¡Adelante!
—¡Nos están flanqueando!
—Segunda compañía, ¡retirada!
—¡Necesitamos un Ascendido aquí!
A través de la amplia extensión de ruinas ardientes, el ejército del Cuadrante Occidental luchaba contra la horda desorganizada de Criaturas de la Pesadilla. La marea de abominaciones chocaba continuamente contra la falange de los Guerreros Despertados, apaciguando las llamas que ardían a su alrededor con su fétida sangre.
Los soldados mundanos seguían detrás, apoyando a los Despertados y sudando dentro de sus trajes de armadura potenciada. La artillería pesada se había quedado en el lecho del río, esperando datos precisos de localización de objetivos —no se atrevían a disparar después de los primeros salvos, temiendo implicar a los civiles que aún podían estar vivos en algún lugar, entre las calles llenas de humo.
