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Mientras el suelo temblaba, la atmósfera animada en el campamento se tornó de inmediato fría y profesional. Los Guardianes del Fuego, que habían estado disfrutando de una cena tardía hace solo momentos, se levantaron de un salto y tomaron sus armas. Un momento después, estaban de pie en formación defensiva, listos para repeler cualquier tipo de ataque.
Nephis también se había levantado. Las llamas blancas ardiendo en sus ojos se hicieron más intensas, y el fuego detrás de ella creció en altura, alejando aún más las tinieblas.
—¿Qué es? —Se acercaba a ellos desde lejos una Criatura de la Pesadilla, o había decidido traicionarlos el maestro del antiguo templo?
Ella iba a averiguarlo pronto.
Mientras estaban inmóviles, preparándose para la batalla, el suelo se estremeció de nuevo. Un viento helado se levantó, trayendo consigo un fuerte olor a hojas podridas y jungla húmeda. Un silencio tenso se asentó sobre el mundo.
