Los cuatro supervivientes del Centro Antártico terminaron su comida. Como buen anfitrión, Sunny los despidió y luego se quedó en el porche unos momentos, observándolos mientras se alejaban.
Sin embargo, no tenía tiempo que perder.
Para entonces, había varios clientes esperando ser atendidos, así que envió a Aiko al comedor y él se escondió en la cocina. Manifestando un segundo cuerpo, Sunny se concentró en preparar comida.
Las mañanas eran un momento ajetreado en el Emporio Brillante, pero los dos se las arreglaban bien. Sunny tenía dos cuerpos y podía manifestar todas las manos que necesitaba, mientras que Aiko era una camarera perfecta, simplemente flotando los platos hasta las mesas con su telequinesis.
Después de una o dos horas, la multitud del desayuno se fue reduciendo y gradualmente se vació, dejando el interior del Mímico Maravilloso vacío una vez más. Sunny se lavó las manos y se recostó en la Silla de Sombra, mientras Aiko contaba el dinero que habían ganado.
