La siguiente sala de conferencias era mucho más grande y había incluso algunos refrigerios para los participantes de la reunión. Sunny encontró el rincón más oscuro de la habitación para instalarse y abrió un paquete de bocadillos dulces, después de asegurarse de que no había miel involucrada en su creación, por supuesto.
Mientras masticaba algo que parecía una baya seca, echó un vistazo alrededor. Las figuras más prominentes del Primer Ejército iban llegando una tras otra. Había algunos comandantes comunes, pero la mayoría de ellos eran Ascendidos. Eventualmente, contó no menos de veintiún Maestros, incluidos los cuatro Irregulares. Naeve y Roan también estaban presentes, así que les hizo una señal con la mano.
Maestra Jet, que estaba relajada en una silla al lado de Sunny, lo miró con curiosidad.
—Qué interesantes amigos tienes, Sunny.
Se encogió de hombros.
—¿Qué pasa con ellos?
Segadora de Almas rió entre dientes.
