Sunny se miró a sí mismo, evaluando su propio estado.
La herida en su pecho había desaparecido. Sin embargo, no era como si estuviera ileso... su cuerpo, o al menos esta manifestación de él, parecía maltratado y golpeado. Sin embargo, también estaba lleno de fuerza y vigor feroces, y se sentía ligero, como si un enorme peso hubiera sido levantado de sus hombros hace unos momentos.
No sabía exactamente cómo se suponía que debía funcionar esta batalla de las almas, pero sospechaba que su forma actual era una representación de su espíritu. Había soportado mucho en estas últimas semanas, suficiente sufrimiento y miedo como para aplastar a alguien con una voluntad menor... Sunny, sin embargo, había sobrevivido a cosas peores, por lo que su fuerza no se vio disminuida en gran medida.