Sunny había tardado mucho tiempo en entender lo que Mordret estaba haciendo y por qué. Pero al final, lo había conseguido y, por lo tanto, logró predecir lo que el evasivo príncipe iba a hacer... o al menos hacerlo con un grado suficiente de certeza para apostar su vida en esta situación desesperada.
Al igual que todos los demás, Sunny había sido engañado al principio. La primera revelación que había recibido tenía que ver con el asesinato brutal de los dos guardias... fue entonces cuando se dio cuenta de que Mordret no era tan loco y perverso como todos parecían pensar.
—La grotesca brutalidad de Mordret no era el resultado de una irresistible, desenfrenada y sádica compulsión —explicó—. En su lugar, era una fría y calculada estrategia que el príncipe había empleado para disminuir a sus enemigos, quebrar su espíritu y hacer que sus almas fueran susceptibles a sus ataques. Había hecho de sí mismo un arma de terror y había hecho buen uso de él.
