En el último momento, el golem de coral se movió, desapareciendo de la vista de Sunny. Una fracción de segundo después, se materializó a unos pasos de distancia, justo fuera del alcance del Fragmento de Medianoche.
—...¡Bastardo!
Ya era demasiado tarde para cambiar la dirección de su ataque. Impulsado hacia adelante y hacia abajo por la inercia, Sunny se vio obligado a completar su tajo descendente y tropezó, cayendo de rodillas. Se encontró en una posición peligrosa, completamente abierto para un ataque y con poca habilidad para maniobrar.
La perversa réplica del Señor se alzaba sobre él, su poderoso cuerpo irradiaba una sensación de aterradora fuerza. En la frente de la criatura artificial, un trozo pulido de coral brillaba con una intensa luz carmesí.
Esa luz parecía drenar la vida de todo lo que caía sobre ella.
