—Realmente, una traición que no conocía límites. Sunny había sucumbido a la Profanación y traicionado a la cohorte, solo para traicionarlos una vez más una vez que él los convirtió en las Seis Plagas. Matando a uno de sus maestros en el proceso y tejiendo innumerables esquemas para destruir al otro.
—Él... realmente no sabía qué sentir al respecto. ¿Se suponía que debía estar orgulloso o horrorizado por su antiguo yo?
—Podría... tener que dejar de resentir el Hechizo por llamarme así.
—En cualquier caso, sentía un profundo sentido de arrepentimiento.
—Porque no sería capaz de estrangular al maldito loco con sus propias manos.
—Sunny suspiró.
—Bueno, ahí estaba. La verdad.