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—Sunny miró fijamente al distante Gran Río, congelado en su lugar. Su rostro estaba inmóvil.
—Sin embargo, en su mente había una tormenta desatada. Verdades fragmentadas que había aprendido, presenciado y experimentado en la Tumba de Ariel estaban en movimiento, chocando entre sí y encajando con un ruido terrible. La inimaginable verdad de su Pesadilla se estaba revelando lentamente.
—De principio a fin... todo era...
—De repente, se sintió abrumado por el miedo.
—Desviando ligeramente la mirada, Sunny estudió la hermosa cinta que se retorcía sobre sí misma, formando un bucle infinito.
—Carmesí profundo, azul vibrante, lila suave... los siete soles brillando en la oscuridad...
—Era como un sueño.
—¿Cómo puede ser? ¿Cómo puede el Gran Río fluir en círculo?'
—Pero entonces, claro que podía.
—En retrospectiva, tenía tanto sentido.
