—¡¿Pero qué diablos está haciendo?!
Sunny esquivó un ataque temible, sintiendo el viento levantado por el lanzamiento de lanza de la abominación que desordenó su cabello. Mientras un escalofrío le recorría la espina dorsal, evitó al lado un tentáculo negro que insidiosamente se le disparó desde debajo del agua y se preparó para sumergirse en las sombras y acudir en ayuda de Cassie.
Sin embargo, no tuvo la oportunidad.
Justo en ese momento, el agua que había estado usando como apoyo de repente se liberó de su control. Sin tiempo para reaccionar, Sunny se sumergió en su frío abrazo. Esta sección de la sala oscura no estaba demasiado inundada, pero aún así, un momento después estaba sumergido hasta el pecho.
—Maldición...
