—Así que… esto es todo, entonces.
La Tumba de Ariel había sido construida a partir de los restos del Titán de Piedra, mientras que el Gran Río, creado de su sangre, estaba contenido dentro de ella, iluminado por los siete soles hechos de sus núcleos de alma rotos.
El secreto escondido en el Estuario era la verdad que Ariel había deseado olvidar. El Desierto de la Pesadilla era el resultado de la batalla entre él y la criatura impía.
Viendo el cielo azul sobre ellos, Sunny no pudo evitar preguntarse...
—Así que los demonios eran capaces de crear mundos artificiales?
Entonces, un pensamiento repentino le hizo estremecerse.
—¿Cuál es la diferencia entre un mundo real y uno artificial, sin embargo?
¿Había realmente una diferencia? Y si no la había... ¿habían sido creados los demás mundos también por alguien? ¿Los demonios? ¿Los dioses?
¿Lo desconocido?
Suspiró, luego sacudió la cabeza.
—¿Realmente tengo tiempo para reflexionar sobre los orígenes cósmicos del mundo?
