Kai se veía un poco cansado y deshidratado, pero aparte de eso, parecía estar bien. Su Armadura Trascendental había provenido de un dragón que escupía fuego, después de todo —de todos ellos, probablemente era el más capaz de lidiar con el calor letal del Desierto de la Pesadilla.
Al mirar a su amigo, Sunny sintió un alivio profundo.
Él sabía, por supuesto, que la fuerza del gobierno también había quedado atrapada entre los tres Portales. No habían participado en la batalla, y estaban protegidos por un Santo —así que, sus probabilidades de escapar incólumes hacia el Reino de los Sueños habían sido altas.
Sin embargo, saber y ver eran dos cosas distintas. Ahora que Sunny vio a Kai, una gran carga había sido levantada de su corazón.
Era un poco extraño, por supuesto, estar feliz porque un amigo había quedado atrapado en una Zona de la Muerte con muy poca esperanza de volver al mundo despierto... pero considerando la situación, uno tenía que contar sus bendiciones.
