—Nada importante sucedía en la isla que alguna vez fue el corazón de las tierras de Solvane. Los Guardianes del Fuego, al parecer, habían sido muy meticulosos en exterminar cada abominación aquí —incluso después de varias horas, nadie había molestado a los cinco Maestros.
No es que muchas cosas pudieran hacerlo.
Mientras Cassie exploraba las runas, Sunny simplemente vagaba por las ruinas, recordando sus días de lucha en el Coliseo. Los demás no tenían mucho que hacer, así que lo seguían, a veces comenzando una conversación, a veces permaneciendo en silencio.
Eventualmente, Effie suspiró.
—Esto es pésimo. ¿Qué clase de vacaciones son estas? El ambiente es tan sombrío.
Sunny la miró sin humor.
—¿Qué esperabas? No exactamente la pasé bien en este maldito lugar. ¿Debería estar saltando de alegría?
Ella parpadeó un par de veces.
—Quiero decir... ¿sí? ¿Por qué no? Piénsalo. Este coliseo está en ruinas, pero tú sigues en pie. ¿Qué no hay para celebrar?
