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—Has asesinado a un Humano Ascendido, Amiran .
—Tu sombra se fortalece .
Sunny se quedó un momento de pie sobre el cadáver del Caballero, esperando a que la armadura encantada se disipara en un torbellino de chispas carmesí. Luego, usó las sombras para convertir su guantelete en una temible garra y golpeó unas cuantas veces.
No era su costumbre mutilar los cuerpos de sus enemigos... pero tenía que enmascarar la herida inicial de la espada que había matado al temible Maestro.
Con eso, su tarea aquí había terminado. Sunny inclinó la cabeza y pensó con cierto distanciamiento:
—Eso fue más fácil de lo que esperaba .
Eliminar a diez cohortes de élite de los Despertados y a dos Maestros del Legado resultó ser más fácil de lo que habría pensado.
