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—La criatura escapó de su jaula.
Era una cosa repulsiva, una masa imponente de carne gris con un centenar de extremidades ágiles y una dispersión de ojos enormes, inquietantemente parecidos a los humanos. Todos ellos ardían con una frenética delirante.
Su cuerpo enorme continuó desplegándose, ocupando mucho más espacio afuera del contenedor de lo que había habido dentro. Sus extremidades se movían, garras afiladas disparaban en todas direcciones.
Morrow quizás habría podido resistir la abominación aterradora si hubiese estado preparada. Pero no lo estaba. Su cuerpo había sido golpeado y herido, y su mente se congeló momentáneamente ante la visión de la criatura que de alguna manera había escapado de su hechizo.
Reaccionó lentamente por apenas una fracción de segundo, pero eso fue todo lo que hizo falta. Su figura desapareció en una marea de extremidades grises deslizándose, y, así de repente…
—Una Ascendida del gran clan Canción había sido asesinada.
