```
Capítulo 1063: La Jugada de Dios.
En el vasto océano celestial, una isla flotante suspendida entre nubes y resplandores etéreos albergaba un Templo Divino. El templo, hecho de reluciente mármol blanco, parecía irradiar una luz suave, reflejando la pureza y serenidad del lugar.
Las majestuosas columnas sostenían un techo abovedado, donde intrincados grabados de figuras angélicas y símbolos sagrados se entrelazaban, contando historias de eras pasadas. El suelo, pulido e inmaculado, brillaba como si cada baldosa fuera una obra de arte, reflejando los dorados rayos del sol celestial.
En los vastos salones del templo, el aire se llenaba de una calma reverente, mientras ligeras brisas llevaban el sutil aroma de Flores Divinas que adornaban cada rincón. Las vidrieras, enmarcadas por elegantes arcos, proyectaban luces multicolores, creando un espectáculo de colores que danzaban suavemente a lo largo de las blancas paredes.