Capítulo 1007: Recuerda: No importa el lugar, siempre estaré contigo, mi hija.
[Nota de Víctor Weismann: Actualicé el capítulo 1005 y arreglé el agujero en la trama sobre Ophis y Nero. Gracias chicos por decírmelo.]
Nero y Ophis caminaron hacia un coliseo, a diferencia de antes, no ocultaban sus características dracónicas.
Sobre la cabeza de Ophis, dos cuernos dracónicos negros sobresalían orgullosos, sus ojos rojo sangre tenían las pupilas estrechas como las de un dragón, y había crecido unos centímetros más alto. Esos eran solo los cambios visibles; el resto de ella permanecía en gran parte igual. Aún vestía un vestido negro gótico, una variación de su atuendo de sus días más jóvenes.