Capítulo 882: Trascendiendo los límites.
Rojo... Rojo como la sangre de sus enemigos, así era como ahora veía Vlad.
Mientras observaba a Shur, el totalmente blanco Dios Mayor, solo se sentía odio en su corazón.
El sentimiento puro y sin adulterar del odio. Un sentimiento que estaba siendo impulsado por la visión de su difunta esposa en sus brazos que parecía reproducirse a través de sus ojos como si fuera una película.
Un rugido de odio se escuchó en todas partes, y la figura de Vlad, de tonos carmesí y negro, voló hacia la cabeza de Shur, atravesándolo de lado a lado.
Fue un ataque que no solo dañó el Alma del Dios Mayor, sino también su carne. Sin embargo, tal como ocurrió en ocasiones anteriores, el cuerpo del Dios Mayor comenzó a regenerarse visiblemente. Tal era la vitalidad del Dios.