—¿Cuántos enemigos tenemos? —preguntó Judy, la exploradora Valquiria—. Miles, cientos de miles. Y todos son desde la clase Behemoth en adelante. Incluso los chicos a los que estamos acostumbrados a combatir son mucho más fuertes de lo habitual.
—Hmm... Ariel, ¿descubriste cómo se están creando estos monstruos? —dijo Scathach.
—No, volé por todo el territorio con Lady Julieta excepto donde están Los Dioses Mayores, y no pudimos encontrar nada —respondió Ariel.
Scathach entrecerró los ojos molesta. —Luchar contra un ejército inmortal sin información vital es receta para el desastre. No puede seguir así.
BOOOOOOOOOM!
Un estruendo vino desde la distancia, y todos pudieron sentir la abrumadora presión de Víctor y al siguiente momento, todo se iluminó como si acabara de salir el sol.
Lo cual era imposible ya que Nightingale era un lugar extraño donde la misma luna tenía luz aunque no reflejara ninguna estrella; es decir, esta luz no era natural.