Capítulo 800: Una leyenda en formación. 5
—Mi Reina, sus órdenes.
Persefone cerró los ojos, los abrió con un destello frío y dio su orden.
—Maten a todos los griegos, no luchen contra el grupo del Rey Demonio.
—¡Sí, maldita sea! —Némesis no perdió tiempo mientras cubría su cuerpo con su Poder y saltaba en medio de Los Dioses Olímpicos.
—Furias, apoyen a mi estúpida hermana —dijo Thanatos.
—¡Sí! —Pronto, Las Tres Furias se unieron a Némesis.
—Hipnos, tú sabes qué hacer —dijo Thanatos.
—Sí, déjamelo a mí —Hipnos asintió.
—Vamos, Morfeo.
—Sí, Padre.
—Thanatos, romperé esta suciedad que Zeus impuso en mi territorio; protégeme —habló Perséfone mientras cerraba los ojos y se enfocaba en su Autoridad como Gobernante.
Aunque Zeus declaró que este lugar era parte del Monte Olimpo, tal declaración era meramente una Palabra del Poder que él alimentó con su Master Bolt. Técnicamente hablando, todavía estaban en El Inframundo, un lugar donde Perséfone tenía control absoluto.