Capítulo 559: Traidores.
Por un momento, la oscuridad carmesí pareció descender sobre el campo de batalla, y entonces…
Una cacofonía de gritos y rugidos de dolor de los Demonios resonó en el campo de batalla como un coro de proporciones insidiosas.
Cuando la oscuridad comenzó a desvanecerse, todos pudieron ver lo que había sucedido.
Algunos de los cuerpos de Demonios parecían haber sido eviscerados por algún tipo de filo extremadamente afilado.
Algunos restos carnosos de otros Demonios parecían haber sido metidos en bolas de carne.
En otra sección del campo de batalla, un fuego negro se propagó por todos los Demonios, quemándolos corrosivamente.
Algunos de los Demonios se habían convertido en estatuas literales.
Y todos esos Demonios que murieron fueron lentamente engullidos por la sombra.
