—Mi nombre es Perro —habló en un tono neutral.
Los ojos de Víctor se contrajeron—. ¿Quién te puso ese nombre? —miró a los ojos apagados de la niña.
—Mis padres —la niña habló con el mismo tono neutral de antes.
—Ya veo... —Víctor miró el cuerpo de la niña y pudo ver que estaba herida y llena de cicatrices. Miró hacia abajo y vio a dos humanos sentados en el sofá.
[Una situación clara de abuso infantil, ¿eh?] —Kaguya habló con un tono neutral.
Víctor estuvo de acuerdo con Kaguya. ¿Qué clase de padres encerraban a su hija en una jaula? ¿Y la dejaban en una habitación sucia?
Víctor se levantó y miró a su alrededor. Como criatura de la noche, podía ver la habitación como si estuviera tan iluminada como el día.
Una habitación desordenada llena de libros esparcidos, vio que había algunos libros con páginas rotas, y con solo una mirada, pudo notar que esos libros habían sido leídos una y otra vez.
