—¿Qué dijiste, Perra? —gruñó enfadado.
—… —todos se quedaron sin palabras cuando escucharon lo que dijo Johnny.
—¿Este hombre está loco...? —alguien habló con incredulidad.
Un pensamiento similar pasó por la mente de todos los demás también, y simplemente no podían creer lo que acababan de escuchar.
—Mestizo, ¿estás sordo? —Rubí habló con el mismo tono de voz frío.
Johnny gruñó, y luego dijo:
—Fui precavido por culpa de tu Clan...
—¡Johnny, detente! —Eddy intentó detener al hombre, pero fue inútil.
Johnny apretó su puño y atacó la cara de Rubí.
¡¡¡BOOOOOOM!!!
El ataque fue tan fuerte que causó un ruido considerable, y debido a la onda de choque, algunos lugares se rompieron y levantaron algo de polvo.
Johnny tenía una gran sonrisa cuando sintió que su ataque conectaba. No le importaba si ella era hija de un Conde o no; no permitiría que nadie pisoteara su orgullo.
¡El orgullo de un Alfa!