—¡Mierda! —Theo solo se enojó más cuando recordó lo sucedido.
—¡Me humilló! ¡Frente a todos mis hermanos y sirvientes!
—...Yo no lo veo de esa manera —dijo Lucas.
Theo miró a su hermano —¿Qué quieres decir?
—Nuestro padre es un monstruo de más de 5000 años de antigüedad. Él no dice cosas inútiles —Lucas miró a su hermano— Piensa en ello. ¿Cuántas veces nuestro padre nos ha regañado?
—Dos veces... —dijo después de pensar por un momento.
—Sí, la primera fue cuando tú y yo fuimos a cazar lobos en el pasado y terminamos provocándoles una guerra.
—Sí —Theo recordó que eran muy arrogantes en el pasado y casi murieron a manos de los lobos.
—Y hoy fue la segunda.
Lucas continuó —A lo largo de toda nuestra existencia, solo nos ha regañado dos veces y, cuando lo hizo, parecía conocer todos nuestros defectos y lo que estábamos haciendo mal.