Base de Lucy.
—¿Estás feliz ahora, Karen? —Lucy habló con una cara tranquila.
—Sí, sí. Aunque la cara de Karen sonreía, se podían ver venas palpitantes en su cabeza.
—Buen trabajo contratando a un mercenario para hacer una tarea importante... ¡Vaya, buen trabajo! Realmente eres un genio! Einstein se avergonzaría de saber que hay alguien con tal cantidad de coeficiente intelectual. —Comenzó a aplaudir con las manos.
—...No necesitas hablar así. Johnny es de confianza.
Una vena estalló en la cabeza de Karen, golpeó la mesa con un estruendo y grita:
—¡EN QUÉ MUNDO ES DE CONFIANZA UN MERCENARIO!?
—… —Lucy pone la mano en la oreja. Su voz era tan fuerte que sus sentidos se vieron abrumados por unos segundos.
—Tómatelo con calma, Karen. Johnny es de confianza; te lo puedo prometer. He trabajado con él algunas veces y no dirá nada.
—… —Karen estaba a punto de estallar de rabia otra vez.
¡Suspiro!
Da un suspiro y mira a Lucy con ojos fríos.