—Eso es... —Víctor tosió ligeramente para indicar que se estaba recuperando del shock—. Eso es bastante sorprendente...
Las palabras de Víctor reflejaban el pensamiento de todos los presentes. Habían considerado muchas posibilidades de lo que Hela quería. Pero ninguna de estas posibilidades consideró que la Diosa quisiera vender el Panteón.
Era digno de nota que el terreno donde se encontraba el Panteón era de gran importancia, especialmente debido a la reciente fusión de los Inframundos. La Autoridad que uno ganaría con esta tierra era sin precedentes.
—Tengo curiosidad —una hermosa y fría voz resonó a su alrededor. El grupo miró hacia la voz, sus ojos se posaron en Violeta.
Con solo una mirada de los Dioses, se dieron cuenta de lo hermosa que era. No era una belleza irregular como la de Afrodita y Víctor, donde toda su existencia era perfecta para contemplar, pero aún así, no les quedaba a deber.