Capítulo 941: ¿La profecía? Eso es tonterías.
De vuelta a Nightingale.
Víctor regresó a la habitación donde estaban sus esposas, y esta vez, vino en persona en lugar de ser una proyección. Sin embargo, no vino solo; Anna estaba a su lado, acompañándolo como una esposa devota, incluso sujetando su brazo.
Tal cercanía no pasó desapercibida para las mujeres en la habitación. Violeta le regaló una sonrisa cómplice a Anna, una sonrisa que hizo que Anna rodara los ojos, ligeramente avergonzada. Claramente, las dos parecían haber llegado a una conclusión sobre algo.
Este intercambio hizo que Afrodita se sintiera ligeramente incómoda. Como mariposa social, siempre quería saberlo todo, especialmente cuando se trataba de su mejor amiga. ¡Saber que Violeta y Anna habían discutido algo privado que hizo que Anna se acercara más a Víctor era imperdonable! ¡Ella quería saber!