Capítulo 395: Mis Doncellas Amadas.
Después de hablar con Oka e ignorar la presencia de Ebisu, Víctor se dio cuenta de que el hombre era inocente.
De hecho, él era solo un buen tipo que estaba tratando de sobrevivir a toda costa, tuvieron una pequeña charla y algo se decidió.
A cambio de 'vender' a los Nobles al Conde Alucard, el grupo de Oka actuaría como un agente de información en Japón para el Clan Alucard.
Como Oka tiene contacto con un Dios, en este caso, Ebisu, tenía contacto con el Reino Divino del panteón Shintō.
Por supuesto, Ebisu no tomó esto bien, pero solo tomó un poco de 'persuasión', es decir, las estacas que estaban en el cielo cayendo un poco, y Ebisu aceptó.
Por supuesto, Víctor no fue lo suficientemente tonto como para creer las palabras de un Dios, así que utilizó un rollo de contrato de color dorado.
