Un día transcurrió para las chicas en la mansión de Víctor, y parecían tener una visita inesperada.
Una sirvienta de cabello rubio caminaba hacia el grupo de chicas.
—Chicas, miren esto, tenemos una visita.
Ruido, ruido.
Natashia apareció junto a Natalia.
—...Este hombre... —Natashia miró al hombre alto y oscuro con ojos penetrantes. Por alguna razón desconocida para ella, este hombre le estaba causando un leve malestar en el corazón. Era como si hubiera conocido a alguien como él en algún lugar del pasado.
—Ha estado merodeando por el vecindario, creo que está buscando a Cariño —dijo Sasha.
—¿Maestro? —María, que estaba al lado de Sasha, miró la bola con ojos curiosos.
A diferencia de Eva y Bruna, María no estaba desesperada. Después de todo, ella había estado viviendo con Víctor durante seis meses, así que sabía qué tipo de personalidad tenía, y también conocía sus gustos.