Dos mujeres se miraban fijamente como evaluándose mutuamente.
—Sus tetas son tan grandes... ¿Qué son esas piernas gruesas? Su piel es tan perfecta... ¿Es por ser vampiro que es tan hermosa? —Ana sentía que estaba frente a una diosa. Para ella, la mujer frente a ella simplemente no tenía signos de envejecimiento. ¡No tenía arrugas, defectos en la piel, flacidez, nada!
A diferencia de Rubí, que aún era joven y tenía una belleza muy juvenil, su madre era muy diferente y tenía una belleza madura.
—La madre de Víctor, ¿eh...? Se parece mucho a él... —La primera impresión que Escáthach tuvo de Anna fue que la mujer se parecía mucho a Víctor.
Ambos incluso tenían los mismos ojos zafiro azules que Víctor había perdido debido a los efectos de su sangre.
No tenía mucho en qué pensar sobre Anna, considerando que esta era su primera interacción con la mujer.
—Encantada de conocerte, Anna Walker. Soy Escáthach Scarlett, madre de Rubí. —Escáthach se presentó correctamente.