Habían pasado algunas horas de entrenamiento.
Víctor había peleado con las cuatro hermanas, y estaba teniendo dificultades para contraatacar.
El combo de las hermanas era aterrador, y debido a que se conocían desde hace mucho tiempo, trabajaban muy bien juntas.
Escáthach, que había estado observando la pelea desde el principio, dijo:
—Bien, bien. —Asintió satisfecha varias veces al ver cómo actuaban Víctor y sus hijas.
«Cuando luchas contra alguien con diferentes estilos de pelea, aprendes mucho... Eso es lo que Víctor debe estar experimentando ahora. Después de todo, nunca ha peleado con individuos que trabajen tan bien en equipo, y al mismo tiempo, todos esos individuos son fuertes.» Pensó.
Siena, la mayor de las cuatro hermanas, usó su poder superior como apoyo y atacó a Víctor desde la distancia. Mientras tanto, Rubí, que tenía una mayor resistencia y habilidad con una lanza, atacó de cerca, siempre ocupando la atención de Víctor tanto como fuera posible...