Nox era el hombre al que más amaba de todos los hombres que había conocido a lo largo de los años. Sin embargo, había estado jugueteando durante tantos años que le resultaba difícil renunciar a ser una mujeriega y ser leal a Nox.
Se daría a sí misma otro año, y un año después inmediatamente se esforzaría por ser una buena esposa para Nox.
Con ese pensamiento en mente, miró el mensaje de Whatsapp en la pantalla. —A las 6 p.m. nos vemos en nuestro punto de encuentro habitual.
Así era. Le había mentido a Nox.
—¿Qué cena de empresa? ¡Solo tenía otra cita con un hombre!
…
Después de ser rechazado por Zoe, Nox se sintió molesto.
De hecho, Zoe no siempre accedía a comer con él. A veces, incluso se negaba a ir a su casa. Sin embargo, hoy estaba insoportablemente molesto.
Pensó en llamar a Finn. —Cenemos juntos esta noche.
Finn aún no había respondido cuando Nox de repente alzó la voz. —¡No me rechaces!
Finn frunció el ceño. —Nunca pensé en rechazarte.