Mónica asintió y estuvo de acuerdo con los arreglos de Brandon.
Los labios de Brandon se curvaron en una sonrisa, aunque Mónica no lo notó.
—¿Hay algo más? —Mónica frunció el ceño cuando vio que Brandon no se había ido.
—Esta noche hay una cena. La empresa farmacéutica de Europa te ha invitado a cenar, así que depende de ti si quieres asistir o rechazar la invitación.
—¿No me ha invitado muchas veces ya?
—Sí, y lo has rechazado muchas veces —dijo Brandon sin rodeos.
—No tengo nada esta noche, así que iré.
—De acuerdo —dijo Brandon—, seremos solo él y su asistente de su lado, y de parte nuestra–
—Seremos solo los dos. También, avísales que deben comportarse bien con el alcohol.
—Sí.
Después de haber informado su trabajo, Brandon estaba listo para marcharse.
En el momento en que se fue, se detuvo de nuevo y dijo:
—Si no te gustan este ramo de flores, puedes dármelo a mí.
Mónica frunció el ceño y miró a Brandon.
