"Tarde en la noche, Finn miraba a Mónica.
—Todo lo que podía oír era a Mónica diciendo que no lo amaba tanto y que no quería vivir porque tenía depresión —él simplemente... se quedó allí, incrédulo—. Era como si hubiera sido petrificado, y no se movía en absoluto.
—Había pensado en muchas razones para que Mónica lo dejara, pero esa era la única que no había considerado —siempre había pensado que su falta de iniciativa hacía que Mónica se sintiera ignorada en la relación—. Siempre había pensado que el conflicto entre él y Mónica nunca era si se amaban o no —su conflicto era que él pensaba que le había dado a Mónica lo mejor, pero lo que Mónica quería no era lo que él pensaba que ella quería.
Seguía mirando a Mónica pero no se iba ni se acercaba a ella. Simplemente miraba mientras ella le devolvía la mirada.
—¿Ya no había amor en sus ojos? ¿Desde cuándo los ojos de Mónica se habían vuelto tan tranquilos?
