Permanecieron pegados el uno al otro en la sala.
Nadie sabía cuánto tiempo había pasado antes de que se separaran.
Después de separarse, Mónica siguió mirando a Finn. Lo miró durante mucho tiempo.
Finn estaba sin palabras ante la mirada de Mónica.
—Mónica, deja de mirar —le dijo Finn.
—Llámame 'Moni—Mónica aún lo miraba con seriedad.
—... —Finn apretó sus labios.
—Olvida eso. Somos marido y mujer. Llámame esposa —Mónica parecía seria.
Finn ignoró a Mónica.
Le resultaba difícil llamarla así, al menos por ahora.
No sabía cómo Mónica podía ser tan... abierta.
—Maridito —dijo Mónica de repente.
El corazón de Finn dio un vuelco.
Sus labios, que estaban ligeramente hinchados después del apasionado beso, ahora estaban curvados de una manera hermosa.
Mónica sonrió.
Al ver la expresión de Finn, dijo, —¿Quieres que te llame así?
Finn miró a Mónica y dijo, —No.
—Tu expresión te traiciona.
—Maridito —Mónica lo llamó de nuevo.
Finn no respondió.