En el coche.
Jorge sostuvo la mano de Edward, evidentemente tratando de ayudarlo. Edward miró a Jorge y sonrió. Dijo:
—No voy a morir».
—Siempre te lastimas, aunque. —Los ojos redondos de Jorge miraron directamente a Edward.
Edward se quedó sin palabras.
—Parece que te pido demasiado que te cuides —murmuró Jorge.
—...No es grave esta vez. —Edward solo pudo explicar a regañadientes.
Jorge parpadeó incrédulo.
—Yo puedo dar fe de eso —dijo Finn. —Nox, que observaba el alboroto, se acercó y ayudó a Edward—. Realmente no es tan grave esta vez».
Jorge se giró para mirar a Finn.
Nox también dijo deliberadamente:
—Incluso si tu padre se está muriendo, yo cuidaría de ti. Así que no tengas miedo de que nadie te quiera. Sabía que su padre no cuidaría de él.
Edward miró con enojo a Nox. Prometió a Jorge, —Definitivamente haré lo que te prometí».
Jorge asintió, eligiendo creer en sus palabras.