—¿Quién es?
—Shelly —dijo Sarah—, quizás no la conozcas, pero es la novia infantil de Nox. Eso debería darte una idea de quién es.
Resultó ser Shelly.
Para ser honesta, le gustaba más Shelly que Sarah.
—¿Dónde está? —preguntó Mónica.
—Fuera de la puerta. La dejaré entrar.
—En ese caso, no necesitas volver a entrar después de eso. —Mónica no le dio la cara a Sarah.
Sarah sacó la lengua y se dio la vuelta para irse.
Después de un rato, Shelly entró, y también llevaba un vestido blanco hoy.
¿Los ojos de Mónica la estaban engañando? Su impresión de Shelly era que estaba un poco rellenita, pero ahora, su figura parecía perfecta.
Sin embargo, su rostro seguía siendo demasiado común. Probablemente no sería capaz de atrapar los ojos de Nox, ese mujeriego.
Enfrentándose a Mónica, Shelly seguía siendo un poco tímida.
—Felicidades, Mónica —dijo.
Mónica sonrió. —Gracias.
—Yo solo... —Shelly estaba un poco indecisa.
