Era una noche oscura y lujosa. El Club Encanto, el club nocturno más popular de la Ciudad de South Hampton, estaba abarrotado desde las 8 p.m. hasta las 2 a.m. Mónica se sentó en un rincón del salón, mirando a los jóvenes menearse salvajemente en el escenario. El sonido de la música, el alboroto y la energía ebria llenaban el espacio.
—¿No me pediste que te encontrara un hombre guapo con quien jugar? Entonces, en lugar de quedarte sentada aquí bebiendo, ¿no deberías estar en el escenario, bailando y coqueteando? —Su amiga veleta, Elsa, le dijo por encima de la música en vivo, alta y ruidosa.
Monica no sabía por qué de repente había perdido el interés en un lugar así. Elsa realmente le había encontrado a unos cuantos jovencitos guapos, todos parecían estrellas del K-pop con figuras espectaculares. Aunque en el pasado, no habría dicho cuánto le gustaban estos jóvenes y apuestos hombres, al menos habría gritado al verlos.
Ahora, no parecía ser tan divertido.
