—Mi prima te dejó así nomás —Sarah enunció cada palabra mientras miraba a Finn.
—Eso es asunto de ella —Finn la rechazó tajantemente, sin dejar lugar a negociaciones.
Sarah se sintió terrible.
De hecho, siempre había pensado que Finn estaba realmente muy lejos de su alcance.
Pensó que él sería muy calculador con respecto a lo que sucedió esa noche. Incluso sintió que si él fuera más calculador, quizás hasta sabría cómo comunicarse con él. Tal vez incluso podría explicarle por qué hizo lo que hizo y cuánto lo amaba para poder hacer eso. Sin embargo, él no dijo nada.
Parecía que, para Finn, ella había quedado como una tonta con todo lo que había hecho.
Mordió su labio —¿En qué no soy tan buena como mi prima?
—No hay nada que comparar —respondió Finn—. No creo que Monica sea buena ni que tú seas mala, pero eso no tiene nada que ver conmigo.
Los ojos de Sarah estaban rojos.
La respuesta de Finn no pretendía menospreciarla, pero realmente la alejó mucho de él