—¡Ah! —gritó el chico—, sin esperar que el otro fuera tan fuerte. —¡Suéltame!
Finn empujó al chico con fuerza, y este cayó al suelo.
Esto desconcertó a todos en la habitación privada.
Todos miraron directamente a Finn, quien no le prestó atención a nadie más y se alejó con Sarah.
—Espera. —Un chico se acercó rápidamente a Finn.
El rostro de Finn se oscureció.
—Ella vino a beber con nosotros hoy, y todavía no hemos terminado de beber. ¿Cómo puede irse así como así? —dijo el chico en voz alta a Finn.
También parecía muy imponente.
—Entonces, ¿qué quieres hacer? —Finn movió su cuerpo y estiró sus huesos.
Era obvio que se estaba preparando para pelear.
El chico estaba un poco asustado, pero en ese momento, no podía echarse atrás porque él era el líder de esas personas.
Dijo:
—Tú puedes irte si quieres, pero antes de irte tienes que beber su última copa de vino.
Con eso, él pudo salvar un poco su dignidad.