"Mónica apretó su teléfono con fuerza.
—Lo siento, Mónica. Puede que sea egoísta. Puede que...
—No te culpo, y no deberías culparte tanto —Mónica la consoló nerviosamente.
Michael estaba en silencio al otro extremo del teléfono.
Parecía estar sufriendo.
—No pienses demasiado en ello. Primero, estabiliza tu poder. Yo sabré cómo manejar el asunto entre Finn y yo.
—Gracias, Mónica —dijo Michael con un tono pesado.
—No te ocuparé más tiempo en el trabajo. Ahora colgaré —dijo Mónica.
—Mónica —Michael la llamó.
—¿Hm?
—¿Podemos cenar juntos esta noche?
—Todavía me siento un poco mal —se negó Mónica.
—Solo quiero compensar lo que te debo...
—Está bien, cenemos juntos esta noche —se decidió Mónica después de un momento.
—Iré a recogerte.
—No hace falta. Hoy fui al hospital a quitarme el yeso, así que ya estoy bien. Dame la dirección y yo iré.
—Está bien.
—Ahora colgaré.
—Adiós.
—Adiós.
Cuando Michael colgó el teléfono, su expresión era horrorosa.