—Nox estaba sentado en la oficina de Edward, escuchando a Cuarto Maestro Swan coqueteando.
Realmente no entendía cómo un hombre podía cambiar tanto antes y después del matrimonio.
Lo más importante es que todo era por una mujer. Parecía que los dos hombres a su lado, Cuarto Maestro Swan y Finn eran así.
¿Era él o esos dos los diferentes?
En la oficina, Edward finalmente colgó el teléfono.
Lo primero que hizo después de colgar el teléfono fue darle una orden a Nox. —Mañana a las 10 a.m., todos los miembros de la dirección superior deben venir a la sede para una reunión. Todos deben estar presentes y a tiempo.
—Entendido —respondió Nox con pereza.
—¿Por qué me buscas? —preguntó Edward.
—No es nada serio. Solo quería hablarte de nuevo del cortafuegos de la empresa.
Edward echó un vistazo a Nox. —¿Todavía no está resuelto?
—Debería preguntarte esto a ti —Nox no pudo mantener la calma cuando pensó en ese desdichado niño, Jorge—. ¿¡No has solucionado lo de tu hijo aún?!