En ese momento, Mónica lloraba como si se le cayera el cielo encima.
Wade preguntó —¿Por qué estás buscando al Cuarto Maestro Swan?
—¿Puedes dejarme verlo? Quiero decírselo en persona.
Mónica tenía la sensación de que si les decía a estas personas que Jeanne estaba en apuros, serían indiferentes.
Sólo el Cuarto Maestro Swan haría todo lo posible por salvar a Jeanne.
Al pensar en esto, Mónica se agitó aún más. —Abuelo Wade, te suplico que me dejes ver al Cuarto Maestro, ¿vale? Te lo suplico. Realmente tengo algo muy importante que decirle...
Mónica lloraba mientras hablaba.
Esto hizo vacilar un poco a Wade.
Sin embargo, al fin y al cabo…
Edward estaba siendo castigado por la familia esta noche, por lo que Wade no dejaría que Mónica lo viera así como así.
¡Los principios siempre eran más importantes que los sentimientos!
Wade permaneció en silencio e indiferente.
Mónica estaba al borde del colapso.