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—¿Cuarto Maestro Swan?
—¿Cómo podría yo saber dónde está él?! —exclamó ella.
Además, Jeanne acababa de rechazar al Cuarto Maestro Swan sin más la noche anterior. Después de lo que le sucedió ayer, la primera persona que vino a verla fue Mónica.
Ella sabía que Kingsley también vendría. Aun así, Kingsley necesitaba tiempo para regresar de prisa desde el extranjero, por lo que llegaría un poco tarde. En cuanto al Cuarto Maestro Swan… —comentó ella—, no tenía ninguna razón para ayudarla aunque todo hubiera comenzado por culpa de él.
—¡El Cuarto Maestro Swan no puede simplemente dejarlo pasar! —exclamó Mónica—. Mónica miró la expresión de Jeanne, y parecía excepcionalmente agitada.
—Mónica, el Cuarto Maestro Swan y yo solo tenemos una relación normal. Ahora que he ofendido a los Sanders, es razonable que él no intervenga. Tienes que saber que Harken sigue siendo el mundo de los Sanders, y nadie está dispuesto a enfrentarse a ellos —dijo Jeanne con calma.
